sábado, 24 de diciembre de 2011

¡Feliz Navidad!

Pensemos en aquellos que no tendrán la oportunidad de pasar unas Navidades llenas de comodidades como nosotros, aquellos que se alegrarían solo por comer algo o incluso los que rezan por estar vivos día a día. No son necesarias las jerarquías, todos somos personas y por lo tanto todos somos iguales. A todos los que aún vivimos y a aquellos que ya se han ido: ¡FELIZ NAVIDAD!

domingo, 18 de diciembre de 2011

Miedo...

Miedo a hablar en público, miedo al rechazo, miedo a todo aquello que no conozco, miedo a lo que conozco, miedo de lo que me avergüenza, miedo por ser vista, miedo por ser juzgada, miedo a sus bromas hacia mi, miedo a mis reacciones, miedo a mis mentiras, miedo del dolor de la gente, miedo de la sociedad, miedo de las situaciones incomodas, miedo de ir sola por la calle, miedo de hacer el ridiculo, miedo al mar en mal tiempo, miedo a continuar mi vida sola, miedo a sentirme demasiado libre, miedo a sentirme demasiado atrapada, miedo a la multitud, miedo de mis monstruos de pesadillas, miedo a mis examenes, miedo a no vencer mis miedos, miedo a caer y no poder levantarme, miedo a la muerte y a la guerra, miedo a engordar, miedo a sentir que me siguen, miedo a que las cosas no vayan como se han planeado, miedo... mucho miedo... demasiado miedo.
Pero alguien me puede decir, ¿de que sirve tanto miedo? ¿Qué arreglo con mi angustia? ¿Por qué no puedo cambiar? ¿Porqué no puedo ser normal? ¿O es acaso una cualidad humana el miedo?

lunes, 5 de diciembre de 2011

Tiempo de inocencia.


Blanca nieve, la piel cubre,
y verde campo fue su mirar.
Bajo los arboles de octubre,
pardo el cabello sin apreciar.

¡Carpe diem, pequeña niña!
Pues joven eres a mi observar,
llevas 15 primaveras en vida,
viola de cuerdas por estrenar.

Su belleza supera a Afrodita,
destronada sin poderla ganar,
inocente como la margarita,
que sueña en amar por amar.

ORC.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Yo a palabras necias oídos atentos.


Ha pasado tanto tiempo desde el último verano,
que ya casi no recuerdo que te había olvidado.” (Despistaos – El silencio)

Ha pasado tanto tiempo y de nuevo un impulso de mi cuerpo al verte conectado. Hola. Al fin después de mucho tiempo contestó. Pero no se si fue buena idea. Yo a palabras necias oídos atentos. Pues escusas y más escusas. Trabajo, problemas, deporte, … A mí que más me da. Pero parece que por unos minutos, no lo quise hacer muy largo, hablamos, hablamos como siempre. Ahora lo veo claro, mi amistad desdichada. La próxima vez que nos veamos será una nueva oportunidad. Un nuevo comienzo. Estúpida de mi aun creo en las segundas oportunidades. Una amistad no se va sin más, ¿que pasó para terminar todo el contacto? No lo recuerdo bien, ¿o no lo quiero recordar? Me duele pensar que lo perdí aunque no sea ni la primera vez ni la segunda que pierdo la amistad sin motivo alguno. Por favor, no quiero más despedidas.