martes, 17 de septiembre de 2013

En oscuras horas.

Hoy no hay lugar para el jubilo
lejos quedan ya los días de ser feliz
cuyo recuerdo vuela errante buscando su sitio
dejando a su paso lagrimas incapaces de mentir.

La alegría hecha jirones resulta ya algo fútil
que lucha sin esperanza por sobrevivir.
El corazón entre las sombras solloza servil
mientras el tiempo espera a que acabe de sufrir.

Nubarrones se avecinan sobre un alma herida
que busca en vano entre el dolor recuperar su vida,
caminando sin rumbo entre yermos campos.

Intentando huir del mundo siempre escondida
en un instante se pregunta dolorida:
¿Merecerá la pena mi llanto?






Piros