domingo, 11 de mayo de 2014

A veces escribo por castillos de papel



A VECES ESCRIBO POR CASTILLOS DE PAPEL

A veces escribo por momentos de alegría,
otras veces, de soledad,
y, a veces, simplemente, necesito respirar.
Respirar suspiros, suspiros de alivio,
suspiros de auxilio,
que nacen de mis entrañas
y buscan alguna palabra,
algún consuelo,
de cariño y libertad.

Es así, pues, como me limito a hablar,
a hablar de como me sentí de diminuta,
pequeña muñeca enjoyada.
Sola en aquella multitud enjuta,
me vino una aclaración de las musas:
“Necesito menos gente de la que necesito,
necesito la vida que ya no está”.

Y así cual Cenicienta perdida,
perdido el zapato que habita en su pie.
Muchacha que no es vencida
por aquellos que forman parte del ayer
que no la quieren aunque sea princesa
pues su castillo no es de oro, sino de papel;
y ellos aprecian riquezas,
fortuna que la joven no posee,
que el mundo, en general, no tiene
por ser obreros, gente de a pie,
por ser artistas que nadie ve.


OLGA RIBELLES 

martes, 6 de mayo de 2014

Meditaciones afectivas


MEDITACIONES AFECTIVAS


Me percaté al instante, lo que sus labios mecían,
era el dolor de la muerte, el espanto del pecado,
era el futuro presente y el presente de un pasado
que intuía por su historia, la soledad del bizarro.

Bizarro corazón el que en mi pecho pululaba,
bailaba al son de la música y a tus manos llegaba,
y ahora que alguien me tiene, cual la araña a su presa,
siento que mi humor se marchita, pensando si no regresas.
Toco la mano del espejo y la veo más frágil que nunca,
será que la flor que nace, muere si el Sol no vislumbra.

Vienen a mí mil miedos, vienen por ti mi vida,
no quiero perder lo que tengo, quiero sentirme viva.
Mas no puedo pensar que estás lejos,
mas no puedo pensar que me olvidas.

Y veo mil cumbres desiertas que contigo se pueblan,
me vuelvo fuerte a tu vera, me vuelvo endeble en tu ausencia,
recorro senderos de lucha sabiendo que al final tu me esperas. 

Olga Ribelles