Miro sin más, con descaro,
maldito sentimiento, rubor,
sin pensarlo pego un trago,
que me pueda quitar el pudor.
Miro de nuevo, no es humano,
tanta belleza, que gran señor,
de todos nosotros era decano,
sus pensamientos al interior.
En la clara mañana sigue sentado,
y descubre por fin mis ojos a su antojo
miro de nuevo, ya me ha mirado,
sus ojos me persuaden de reojo.
¿Porque no me miráis más a menudo?
Fue la hermosa canción que me dedicó.
ORC
ORC
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