Predestinada a la
soledad,
soy la oveja negra
del cariño,
mi pack venía sin
felicidad,
predestinada a
quedar en el olvido.
Recuerdo sentir del
afecto, la ingenuidad,
el amor y la amistad
como un niño.
Recuerdo tus besos
con intensidad,
tus brazos y manos,
tan cerca mío.
Ahora solo soy
viejos despojos de infelicidad,
perdiendo sin más
el sentido.
¿Recuerdas, amor mi
originalidad?
La perdí, se fue
contigo.
Corre, amor, corre
lejos;
corre y que no te
alcance mi maldición,
que si a mi lado te
quedas,
dolido por siempre
estarás, de amor y pasión.
ORC.
A veces pienso que estamos todos malditos, que algo malo pasa en la enciclopedia de la vida y que detrás del otoño a un hombre tuerto que se mira las manos.
ResponderEliminarBesos.