miércoles, 28 de marzo de 2012

Sobrevivir cuando ya estas muerto (V)

Perdonar por estar tanto tiempo sin poner nada nuevo, estaba de examenes. Por eso ahora he decidido poner la continuación de la historia antes de irme de viaje a Alemania. Otra cosa, mis más sinceras disculpas a mis seguidores que ya sabéis que siempre paso por vuestros blogs y últimamente no he podido :S
Ahora si..  el nuevo capítulo:




V


Detrás de la caja miré a mi alrededor buscando alguna salida de emergencia. Los perros parece que me olieron y aullaron tan alto como pudieron. A mi lado, tenía unos barriles que parecían ser de gasolina, así que pensé rápidamente alguna estrategia que me sacara de aquel aprieto. Así que con mis instrumentos de matar bien agarrados en mis manos salí corriendo hacia el fondo del almacén, a pesar de saber que así esos monstruos me descubrirían con total facilidad. Los perros me perseguían saltando de un lado a otro mientras la mujer nos observaba. Entonces llegaron al lugar donde había estado escondida antes. “Pongamos en práctica lo que me dijo Mila sobre estos bichos”. Disparé hacía el barril que había cerca de ellos y este explotó destruyendo 3 o 4 barriles más que había a su alrededor. Parecía que habían desaparecido pero yo me encontraba algo mal después de esa explosión. Me arreglé la coleta y levantándome del suelo me acerqué hacia la mujer. Nunca la había visto tan cerca. Me perdía entre la espesura de su negro pelo y en sus ojos de igual color. Era delgada y de piel fina y clara. Desperté de esa hipnosis de su hermosura con el aullido de otro perro. Esta vez el aullido provenía de la parte trasera del almacén. Así que dándole la espalda a la mujer miré hacia allí un momento y volví a posar mis ojos en ella. Se había quedado petrificada al verme de espaldas. Aunque no hice mucho caso y pasé por su lado para salir de aquel lugar cerrado. Pero justo en el momento en que nuestros cuerpos se cruzaron escuché de sus labios : “Hija”.

Había corrido lejos, muy lejos,... “¿Hija?” “¿Qué ocurre aquí?” “¿Quién es esa mujer?” y … ¿Quién soy yo?” Debía centrarme en correr, solo correr, no podía parar... Mi corazón estaba acelerado, debía recordar. Pero estaba demasiado cansada para hacerlo. Busqué alguna casa vacía y en media hora ya estaba en una. Había una pequeña cocina y una habitación con una cama de matrimonio. Me tumbé en ella.

Era pequeña y mi padre me llevó a su trabajo. Era un laboratorio y yo jugaba con los conejillos de indias que tenía por allí. Le pedí poner la radio y el aceptó. Entonces percibí una canción que llevaba años escuchando en casa y mi padre siempre respondía igual a aquella sintonía. El llanto. “Bailar pegados es bailar, igual que baila el mar...” De mayor comprendí que esa canción fue la canción que había unido a mis padres. Aunque yo solo conocí a mi padre, porque mi madre...¿Qué pasó con mi madre?

Desperté entre escalofríos en el cuerpo. En este mundo no era bueno quedarse demasiado tiempo en un mismo lugar. Mi cuerpo hace tiempo que me hacía de despertador automático. Fui a la cocina y me lavé la cara con la poca agua que había. Últimamente, tenía sueños sin sentido que me hacían pensar en ellos a todas horas. Pero eso no tenía remedio.

Salí a la calle y cuando pasaba por un callejón noté que me agarraban y me empujaban a su interior. A pesar de ser agarrada tan repentinamente no estaba preocupada. El olor me era conocido.

  • ¡Estas loca! ¿Como vas tu sola por ahí?- dijo cogiéndome por los hombros y me agitó hacia un lado y hacia otro.

Sabía quien era incluso antes de verlo, no porqué lo conociera mucho sino porque su voz se había quedado anclada en mis orejas. Medía 1'78. Tenía cuerpo atlético y cara dulce a pesar de sus duros rasgos. Su cabello rubio que no había apreciado antes, ahora tenía unos reflejos de la luz artificial de aquel lugar. Además sus ojos grisáceos me miraban con la misma expresión que la primera vez que lo vi: dulzura. Ángel.
  • No me fue muy difícil encontrarte. Mas si vas creando incendios por la ciudad.
  • Necesito organizar mi cabeza. Necesito no causar problemas a nadie, se que me buscan a mi. Iré sola - alcé la vista y me cruce con su mirada.- Además estás enfadado por lo que te hice la última vez, ¿no?
  • Esmeralda... ¿Como me podría enfadar? - sus ojos miraban comprensivos de mi expresión sorprendida. - Ahora necesito saber algo más importante ¿Me dirás porque tienes ese tatuaje en la nuca?

No comprendí que me decía. Me toqué la nunca involuntariamente. Saqué una de mis dagas, la que tenía la hoja más clara y limpia. Intenté ver que tenía pero apenas veía una raya. Entonces guardando mi daga volví a mirarle.

  • Por favor, explicame que tengo – mi voz no temblaba pero sin duda me moría de nerviosismo por saber que era.
  • Pensaba que al menos recordabas eso – suspiró. - Esperaba que tu me respondieras pero bueno... dejame tu daga.

Se la ofrecí y mirando fijamente en la pared, me ordeno que me girara y me recogiera el pelo. Odio que me den ordenes pero lo hice. Empezó a dibujar algo... Cuando lo vi acepté que se asustará, comprendiendo la situación en la que estábamos. Tenía en la nuca: ᾍδης

lunes, 19 de marzo de 2012

Fin de fiestas, cumpleaños triste.

Y se han acabado las fiestas. Parecía que nunca iba a llegar por culpa del olor de las tracas, la visión de fuegos artificiales y demonios, y el dulce placer de conciertos hasta el amanecer. Pero como todo acaba … Al final quedó la tristeza de la despedida de unas fiestas que están cosidas a un corazón como el mio más fuerte que al de nadie, ya que nací en estas fechas señaladas. Y en el último chillido de nuestras queridas reinas de las fiestas, las 12 de la noche y mi cumpleaños. Un año más llegado con la discusión de unos amigos muy importantes para mi. Me disculpé por mis palabras de aguja, demasiado sinceras en un momento demasiado complicado, pero a pesar de decir que aceptaban mis disculpas, eran demasiado fríos. Además de todo esto, un año más vieja, un año más sabia, pero aun así y siendo joven no quiero crecer. No quiero crecer nunca.

viernes, 9 de marzo de 2012

Primavera.

Es verdad. Llega, ya lo veo... llega la primavera. Flores, manifestaciones y perfumes en el aire, de cohetes y fiesta. Estoy agobiada de los exámenes y los deberes que me llaman a cada segundo. Pero a la misma vez algo me reconforta. ¿Tal vez un encuentro no predestinado o serán las fiestas que me alteran la sangre? La cuestión es que dejo las viejas fotografías de lado para dar paso a un nuevo futuro para mi. 
 

jueves, 8 de marzo de 2012

¡Feliz día de la mujer!

DIVISA - MARIA MERCÈ MARÇAL

A l'atzar agraeixo tres dons: haver nascut dona,
de classe baixa i nació oprimida.
I el tèrbol atzur de ser tres voltes rebel. 

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Traducción: 

Al azar agradezco tres dones: haber nacido mujer,
de clase baja y nación oprimida. 
I el turbio azul de ser tres veces rebelde.

domingo, 26 de febrero de 2012

Huelga General de Estudiantes 29-02-2012

Este 29 de Febrero se ha convocado una huelga general de estudiantes a la que esta todo el mundo invitado. Quiero destacar que los alumnos no solo nos reivindicamos por la falta de calefacción (cosa que me importa un bledo). Alzamos nuestra voz porque no podemos estudiar en tales condiciones como en aulas de más de 35 alumnos, falta de profesores, falta de material, etc. Además no os creáis amigos que nos dimos cuenta de estos recortes hace poco pues puedo asegurar que en muchos centros los recortes se notan desde hace bastante tiempo. Eso sí, se necesito la chispa de que expulsaran a un alumno que quería reivindicarse para alzarnos todos por nuestros derechos.
 



 Por desgracia los policías han cargado en una manifestación pacifica (para asustar, supongo) pero eso no nos va a detener.






Jóvenes de todo el país demostremos al mundo que nadie nos comerá el cerebro y que nosotros también luchamos por nuestros derechos. No estamos perdidos, luechemos para que no despilfarren más dinero, ya se han gastado demasiado en gases lacrimógenos y aeropuertos inservibles.


domingo, 19 de febrero de 2012

Huelga General de Estudiantes 16-02-2012

Este 16 de febrero del 2012 se realizó en la Comunidad Valenciana una huelga general de estudiantes por los recortes. Se empieza quitando la calefacción y se acaba sin educación pública. Por eso los estudiantes de la Comunidad Valenciana se unieron en este día.

 En Castellón eran pocos los estudiantes que acudieron a la convocación (comparados con todos los que hay en la ciudad) porque, injustamente, en algunos institutos se negó el derecho de cambiar los examenes programados ese día por no haber rellenado convenientemente unos papeles precisos para que la huelga se considere "legal" en el centro. Pero... ¿quién avisó de que existía tal papeleo? Realmente todos eramos conscientes de que se debía entregar un justificante pero no de rellenar un aviso para la dirección del centro. Aunque luego se les entregó al director y al jefe de estudios un listado de firmas de los participantes de la huelga. De todas formas fue una 'manifestación' muy relajada a pesar de la desorganización que había. 

Por otra parte, ese mismo día en Valencia se hizo esta misma convocación pero los policías cargaron contra los estudiantes dejando algunos heridos.

Lo más triste es que a pesar de hacer todas estas concentraciones y movimientos estudiantiles nuestros maravillosos organizadores "económicos" de la Comunidad Valenciana continúan rodeados de dinero, haciendo aeropuertos por aquí y por allá y como no ... disfrutando de banquetes y fiestas en nuestro nombre. Como estudiantes no podemos decirlo más claro pero si más alto. "¡Recortes en corrupción, no en educación!"

sábado, 11 de febrero de 2012

Sobrevivir cuando ya estas muerto. (IV)

He visto que no comentasteis en la otra parte de esta historia y realmente me he preocupado por saber si no os gusta. Si no os gusta decirmelo y dejo de subirla y pondre otras cosas. Gracias por la colaboración ;)

Aquí va otra parte:




IV

  • Seas quién seas, sal de aquí o te vuelo los sesos- lo dije realmente seria e incluso parecía la heroína de una película-. ¿Acaso no me escuchaste bien?
  • Lo siento. Mila me dijo que estabas aquí y vine a devolverte las armas, pero vuelvo luego...- cerró la puerta aún con cara horrorizada y la voz quebrada.

De verdad, estas personas no tienen nada de tacto con sus huéspedes.” Eso pensaba yo mientras me acababa de cambiar. Me dí prisa pues notaba la respiración de Ángel al otro lado de la puerta. Si no estábamos vivos, ¿por qué respiramos? Puse la mano en el pomo de la puerta y contando 3 empujé para salir. No podía abrir y Ángel se dio cuenta de que impedía el paso, así que se apartó. Cuando salí, lo vi. Apoyado en la pared con mis armas en las manos.

  • Devuélveme lo que es mio – no lo dije con enfado sino con total inexpresividad.
  • Está bien... - hizo una pausa y me miro a los ojos-. Pero prometeme que te quedaras un tiempo con nosotros- bajó la mirada-. A decir verdad yo también los conozco de poco, pero son buena gente. Además te necesitamos.
  • Solo seré una carga. Debo seguir mi camino y averiguar más sobre aquella mujer sospechosa – puse mis labios cerca de sus oídos y dije -. Devuélveme las armas, por favor.

Vi como aferraba sus manos a mis armas y ,con dos golpes en la entrepierna y en el pecho, conseguí que soltará las pistolas. “Lo siento, Ángel”.Las coloqué en su sitio y fui corriendo hacia la habitación del principio para ver si me dejaba algún arma. Tras tenerlo todo controlado salí, de nuevo, aparentando normalidad.

  • Perdona, soy nueva, podría indicarme la salida – sonreí al joven chico-. Es que necesito tomar el aire.
  • Mmm... - estaba un poco pensativo-. Esta bien, te diré donde es, pero necesitas la tarjeta de un supervisor para salir. Te explico. Este pasillo a la derecha están los supervisores y a la izquierda todo recto, el ascensor para el acceso al exterior.

Tras despedirme del chico me paré a pensar. Era una situación complicada. No había contado en que estuviera tan vigilado. Fui a la sala de los supervisores. Había 3 personas: 2 chicas, una mayor y una más o menos de mi edad y un chico de unos 12 años. Aunque aquí no sabría decirte si realmente los jóvenes, eran jóvenes, y los ancianos, ancianos. Pensé que tenía posibilidades si se fiaban de mi. Si no, buscaría otro método. Entré en la sala.

  • Tu eres la de la reunión, ¿ya estas recuperada? Por cierto, me llamo Angy. Encantada- esta era la chica de aspecto más joven.
  • Suzunne- dijo la más “anciana”.
  • Y yo soy, Jaime. ¿A qué habías venido guapa?
  • Yo...- me había quedado sin palabras, cada uno tenía una personalidad totalmente diferente-. Me siento un poco agobiada, necesito salir fuera un rato. Me han dicho que debo pediros el pase de los supervisores.
  • Sí. Entonces, te acompañaré yo – dijo Jaime -. Sigueme.

Le seguí, todo había salido perfecto. Estábamos llegando al ascensor. Era un ascensor metálico de esos modernos que instalan ahora. Pusimos el pie dentro de este y escuché algo de su transmisor. “Han atacado a Ángel”. Cuando empecé a escuchar la voz de Ángel en el transmisor, apreté en el ascensor el botón del piso superior lo más rápido posible. “No...y...cui...salir...” Por suerte parece que en el Infierno tampoco hay cobertura en los ascensores. Pero nada más noté el aire en mi cara y vi la oscuridad de aquella ciudad fantasmal, se escuchó: “Repito. Buscar a la nueva, quiere escapar.” “Repito. Buscar a la nueva, quiere escapar.” El chico intentó atraparme cuando me vio salir en un sprint y casi lo consigue. Por desgracia para él había conseguido una arma de descargas eléctricas de la sala de armas donde estaba mi ropa y le di un pequeño calambre. Vi como se desplomaba ante mis ojos. “Tal vez me he pasado.” Salí corriendo lejos, tan lejos como mis piernas lo permitieron. No sabía a donde iba pero yo seguía hacia delante.

Al pasar horas corriendo sin rumbo fijo, paré. Miré a un lado, casas medio destrozadas, al otro almacenes en las mismas condiciones. No reconocía nada. “Supongo que aún estoy en las afueras”. Recogí mi cabello en una coleta alta para permitirme una mejor visión de mi alrededor. Empecé a reconocer la zona y entre en el almacén para ver si había algo que pudiera utilizar. Al fondo habían unos bidones y más cerca algunas cajas. Unas escaleras al extremo izquierdo llevaban a un piso superior pero no parecía peligroso. Me quedé allí pensando, pensando en nada y en todo a la vez. Pasaron horas. Seguía sin recordar nada más de mi vida antes de morir. Seguí pensando, necesitaba saberlo, aunque fuera simplemente por mi paz interior. Estaba tan absorta en mis pensamientos que apenas oí como abrían la puerta del almacén. Mi primer impulso: esconderme detrás de una caja. Escuché un aullido y al mirar entre dos cajas, la vi. Era esa mujer y esos perros.

jueves, 2 de febrero de 2012

Yo también existo.


Desahogo penas en tinta y papel, en palabras sin sentido que no se volverán a ver. Porque cuando más sola y perdida estoy con menos gente puedo hablar. Bloqueo mi corazón con la llave de los secretos y malezas que hice. Camuflando cualquier indicio de maldad bajo mentiras y engaños de buena fe. O tal vez... ¿eso fue lo que yo me hice creer? Tal vez solo pensaba que, dejando salir a mi yo, haría daño a muchas personas. ¿Solo pensaba? Si solo fuera pensar que felicidad, pues siempre acaba llorando alguien. En este caso no fui yo la única que lo hice. No fui la única que se sentía engañada. En este caso alguien más lloraba de rabia en silencio mientras me gritaba. Se cortó toda la relación que pudiera haber. Todas las canciones dedicadas y por dedicar fueron borradas de su mente. Ya no era la chica de primera fila que miraba a los ojos con delicadeza. Ya no era aquella que le ofreció una noche de conversación entretenida. Me convertí en todo lo que podía llegar a odiar. Una pobre chica que por una confusión acabó rompiendo la amistad de mucha gente. Pero no me haré la victima, no... Pues más importante que eso fue que mi roto capricho se deshizo en polvo y ahora solo me queda observarlo como lo que era, es y será, un dulce y doloroso amor platónico.
Pasaban los días y apenas dormía pensando en el incidente. Al final, no decidí nada más que centrarme en los estudios porque sería eso lo que me sacaría adelante. Con ánimo y valor se consigue todo y yo lo estaba intentando con todo mi ser. Pero nada más olvide al guitarrista de mis sueños volvieron recuerdos de noches cerca del lago, caminatas cerca del río, un helado de leche merengada con canela y un día con velas, música y pétalos de rosas. Entonces fue cuando realmente comprendí que me había quedado sola. Necesitaba alguien que me sacará una sonrisa como en aquellos días, que supiera como me siento en cada momento, que entendiera que me avergüenzan ciertas cosas, que investigara que significa para mi un beso en la frente,... Necesito ser un poco feliz porque yo también existo.

domingo, 22 de enero de 2012

Marzo Negro.


Esto es muy importante, luchemos por nuestros intereses. Ya esta bien de no colaborar en las pequeñas revoluciones contra lo injusto. Esta es una manera fácil de ayudar en la causa. Solo tienes que seguir las indicaciones del cartel. Por favor, unete a la causa. Si no lo paramos dentro de poco no habrá libertad de expresión aunque hoy en día, sinceramente, hay muy poca. Gracias por vuestra colaboración.

martes, 17 de enero de 2012

Sobrevivir cuando ya estas muerto. (III)

Hola a tod@s, vuelvo con más historia :)
Esta vez no pude buscar una música adecuada así que perdonar :S
Espero de todo corazón que os guste.

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Era de día y podía ver el sol resplandeciendo en lo alto del cielo. Vivía en una ciudad del Mediterráneo. Me crié entre edificios, apartamentos, coches y playa. Bueno la playa … solo cuando cogía el autobús. Yo iba a la universidad. Allí tenía amigos que habían venido conmigo desde la infancia. Incluso años atrás había tenido una relación con uno de mis amigos. Iba hacia mi clase. La clase de...

Desperté. Escuché a alguien viniendo por el pasillo, sus pisadas no eran demasiado fuertes pero podía sentir el sonido del metal contra el metal, que si no me equivocaba, hacían mis pequeñas dagas italianas. Esperé a que se acercara lo suficiente y, cuando quiso tocarme, agarré su brazo con fuerza. Salté de la cama y en pocos segundos lo tenía inmovilizado.

  • ¡Suelta las armas! ¿Que pretendías hacer? - le dije aun sobresaltada.
  • Venía a devolverte tus armas, o al menos una parte de ellas – dijo tranquilamente un chico robusto.
  • Entonces, ¿por que me ibas a tocar? Lo sentí y pensé que me ibas a atacar – ya me había tranquilizado y ahora lo preguntaba intrigada, pues ese chico me sonaba.
  • Solo me pareció que eras una chica muy guapa. ¿Eras modelo antes de morir? - lo dijo sin inmutarse, sin expresar sentimiento alguno.
  • No lo se.
  • No te preocupes. Me llamo Ángel. Si necesitas algo, solo dímelo. ¿Como te llamas? - me guiñó un ojo pero como estábamos medio a oscuras no pude ver el color de sus ojos.
  • No lo se – pensaba que era normal no acordarse de las cosas cuando te morías pero ahora...ahora pensaba que era yo quien estaba mal.

Él comprendió que aquello me incomodaba, así que me dijo: “De momento te llamaré Esmeralda.” Yo le pregunté el porqué y él dijo sonriendo: “¿No esta claro? Por qué tus ojos son como dos esmeraldas, verdes e intensos” Y así se fue.

Estaba confusa, aturdida por no recordar nada sobre quién era yo. Me levanté dándome cuenta de que iba vestida con un camisón. Busqué mi ropa y no estaba por ningún sitio. Aún así ya tenía mis armas y eso era bueno. Miré y me faltaba mi Glock 18 y mi Llama XI-B. Estas dos pistolas me habían ayudado muchas veces y quería tenerlas cuanto antes mejor.

Salí al pasillo, tenía muchísima luz y se parecía al de los hospitales. Pronto me encontré con la niña de la otra vez. Me cogió rápidamente de la mano y, antes de poder decir cualquier cosa, me llevó a una especie de sala de conferencias donde había unas 20 personas. Luego me señaló una silla vacía en el fondo de la estancia y haciendo caso a sus instrucciones me senté.

  • Señores, estamos aquí reunidos porque los perros han intentado cazar a otra persona. Pero esta vez han fallado. La señorita del fondo -dijo señalándome con una sonrisa – fue la víctima. La información recolectada hasta ahora es esta: Los espectros cazan a todo el mundo mientras que los perros solo a unos pocos. La pregunta que debemos resolver ahora que tenemos una víctima sana y salva es ¿a quién atacan los perros? Y ¿cuál es su objetivo? Además hemos hecho grandes avances para la lucha. Los espectros no se pueden matar pero con un poco de amatista, su espíritu se descomponen durante 10 min más o menos. Por otro lado, los perros pueden ser dañados e incluso exterminados. Si solo los dañas se regeneran en poco tiempo pero si los quemas, mueren- la niña hablaba como un líder al 100%.
  • Cuando me atacaron los perros, había una mujer junto a ellos. Llevaba un paraguas rojo. ¿Quién es?
  • Muy buena pregunta... ¿Como te llamas?
  • Esmeralda- lo dije sin pensar pero realmente no sabía mi nombre.
  • Muy bien, Esmeralda. Yo me llamo Mila. Hace 20 años que ella apareció aquí y desde entonces busco información sobre esa mujer y lo único que pude averiguar es que es la mujer de aquel que controla todo este Infierno. Aunque realmente ella no es peligrosa. Se dedica a pasear a los perros y cuando ellos van a por alguien, ella solo se horroriza y desaparece entre la oscuridad de las calles.
  • Gracias por la información. Ahora si no os importa deseo recuperar mi ropa – tras decir eso me levanté.

Tenía la sensación que conocía a esa mujer y no era un recuerdo agradable. Decidí que lo mejor sería marcharme de allí si los perros solo me querían a mi. Ya había recolectado toda la información que deseaba. Así que salí al pasillo y decidida y firme me dirigí hacia un lado de aquél enorme pasillo. Cada vez caminaba más rápido por aquel laberinto y, la verdad, creo que solo lo hacia por relajarme un poco. Estaba inquieta y no sabía muy bien porqué. De repente, alguien agarró la manga de mi camisón y estiró un poco.

  • ¿He dicho algo que te molestara? Disculpame, pensé que sería bueno para todo el mundo el intercambio de información. Sígueme, te indicaré donde esta tu ropa – hablaba tan madura que incluso me asustaba.
  • ¿Puedo preguntarte algo? - ella se giró y me hizo una señal afirmativa, así que proseguí -. Dijiste que hace 20 años que buscas información sobre esa mujer. ¿Cuantos años tienes?
  • Ya veo – la niña empezó a reír -. Aun no lo sabes – se puso realmente seria -. En el Infierno, no pasa el tiempo o por lo menos no realmente. Hace 30 años que tengo 10 años.

La seguí en silencio hasta un pequeña habitación llena de armas y entre todas ellas diferencié el arco y las flechas que me salvaron de aquel perro cancerbero. Y en medio de aquel desorden había una camiseta negra de tirantes, un pantalón corto y unas desgastadas botas militares negras de seguridad. Así que le dije: “¿Podrías dejarme sola?” Mila aceptó cerrando la puerta lentamente mientras me miraba por ultima vez antes de que se cerrara. Empecé a desvestirme, quería sentirme “yo” de nuevo. Me quité el camisón y pensé que cambiarme la ropa interior sería una buena idea. Al fondo de la estancia vi un sujetador y unas bragas así que fui a recogerlas. Volví junto a mi ropa y me empecé a quitarme la ropa interior cuando un rayo de luz me cegó. Apenas me había dado cuenta que estaba a oscuras y ahora alguien había abierto la puerta. ¿Quién es?