La
mentira. La mentira te envuelve, te ciega, te enloquece. No sabes que
es porqué va disfrazada de verdad. Escondida en lo más hondo de tu
ser, solo la ves a ella. Tú, hijo inocente de este mundo, que decías
verdades mientras te creías las mentiras de aquellos que encontrabas
a tu alrededor. Tú, ingenuo del dolor que causaba en los demás la
verdad. Te uniste. Aceptaste la mentira como verdad. Desde aquel
entonces no sabes distinguir lo real del engaño. Su mentira es ahora
tu verdad. Esta falacia hace que todos vivan en armonía. ¿Todos?
¡No! Tú no lo aceptas. Tú no puedes aceptar vivir en un mundo de
falsedad. Eres una persona activa que lucha por lo que cree, por lo
que quiere. Pero... ambas cosas: cuento o realidad; son parte del
mismo escenario, del mismo mundo. Ambas perdurarán por siempre
unidas en una firme balanza,
al
igual que perdurará, hasta el final, la soledad de tu alma.
Ains... las mentiras... estamos rodeados de ellas y muchas veces ni nos damos cuenta. Cuando lo descubrimos los corazones se rompen... creo que la mentira es una de las peores cosas que hay. No puedes confiar en alguien que te miente.
ResponderEliminarPor cierto! Te he contestado en mi blog, pero por si no lo lees, puedes mandarme la foto que más te guste, o varias, pero no pasa nada si no se ven los dientes. Era sólo una recomendación.
Un abrazo!!