martes, 27 de septiembre de 2011

De nuevo a la rutina.

Mochila, libros, carpetas, libretas, papeles, clases, niños,...
Volvemos a todo lo que dejamos atrás en la lejanía de un verano que nunca existió. Verano en el que nada cambio y todo siguió igual para continuar hacia un nuevo principio. El principio de todo, estudios, compañeros, carrera, en definitiva el futuro de lo que será mi vida. ¿Pero que futuro es el que yo deseo? Quizás esta no sea la pregunta adecuada. ¿Que futuro podré permitirme? Futuro incierto. Solo tengo una pequeña suposición de lo que debería hacer. Pero entre suposiciones hay dos opciones muy diferenciadas en las que debería elegir una asignatura o otra para que me puntúen más o menos. ¿Porque no podrían simplemente valer igual ambas asignaturas si las dos pertenecen al mismo bloque de bachilleres? Más vale no calentarse la cabeza y más con estos políticos que cada vez nos dificultan más los planes de estudio. ¿Ellos no se acuerdan de su época de estudiantes? Supongo que si, pero no quieren acordarse. Ahora miles de niños, jóvenes e incluso adultos no pueden con sus estudios y mucho menos podrán encontrar un empleo. ¿Habéis pensando en el curioso método para encontrar trabajo? Para poder trabajar, necesitas experiencia pero para tener experiencia, necesitas trabajar. La serpiente que se muerde la cola. Interesante explicación. ¿Cómo actuamos ante esta teoría? No podemos hacer nada más que incluso los más ateos rezar todo lo que podamos por encontrar algo pronto (yo cuando acabe de estudiar, claro).

Espero que este blog no resulte cada vez más desagradable, además ahora apenas puedo ponerme en Internet porque estoy estudiando y haciendo ejercicio todo el día. Mis más sinceras disculpas.

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