martes, 20 de septiembre de 2011

Sirena.

Hoy fui sirena en un coche lleno de hombres. Sirena sin canto atrayente que simplemente pensaba en la música de colores que reproducía el coche y recordaba a viejos tiempos de viajes, lagarto amarillo. Y así continuo mi viaje al mar para nadar entre peces, para nadar y no pensar en nada, solo vivir. Allí nos esperaban 3 sirenas repletas de colores, con bellas voces y con don para los hombres que ensimismaron a mis compañeros. Ellos no se fijaban en la arena, en la inmensidad del horizonte, en el azul del cielo ni en la magnitud del océano. Pero yo sí y me sentí increíblemente pequeña y sola pero de todas formas feliz de poder vivir entre aquella magnitud.

Volver a casa y pensar que aunque ellos no te mimen, tu eres libre como el mar.

1 comentario:

  1. Tambien deberias haberte sentido unica por observar los "pequeños" detalles y no lo superficial.

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