domingo, 4 de septiembre de 2011

Mi sonrisa día a día.


Esos momentos en que recuerdas a esa personita que estuviste cuidando se desvanecen.
Ahora no es mi función cuidarla, ahora ella no estará con notros a todas horas, ahora solo me queda una habitación vacía con el triste recuerdo de una sonrisa familiar. Pero no me rendiré, iré a verla, día tras día sentirá mi cariño, sabrá que he estado ahí, a su lado, a pesar de sus problemas al recordar, ella lo sabrá. Porque nuestro amor va más allá de las fronteras de la enfermedad, de la tristeza, de la muerte. Nuestro amor consiste en sonrisas, en recuerdos de rezos al señor, de canciones mal entonadas. Son más de 60590 días a su lado y continuaran aumentando porque es una adicción ver su sonrisa al despertar, escuchar como canta canciones de juventud, escuchar viejas batallas de ancianos o simples locuras de una persona mayor. El mejor regalo es haber tenido una persona como ella cuidándome con afecto. Pasear por el parque a su lado era todo un orgullo para mi porque gracias a eso me divertí como un cachorro con una pelota nueva. Sin más dilación para no aburrir al más holgazán me despido diciendo que la quiero con todo mi ser y que sin ella yo no seria yo, ni mis días serían tan azules, ni las noches tan estrelladas, ni la vida tan dulce como tu.



Te quiero...

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